Aplicaciones para los niños sobre Educación Vial

Cada vez son más los accidentes de tránsito, tomando protagonismo a nivel mundial por su incremento y su persistencia. Si bien se han intensificado campañas promoviendo la precaución y la conciencia al volante, esto parece no ayudar mucho.

El problema parece encontrarse en que se ha perdido la base de la Educación Vial en la infancia de los que hoy son adultos al volante. Quienes hoy conducen son, en muchos casos, los que vieron cambios vertiginosos en las maquinarias y en la potencia vehicular, y pueden no ser realmente conscientes del control que frente a estas potenciales armas letales hay que tener.

Es por ello que, como contrapartida, se tiene que fomentar la Educación Vial desde la infancia. Con programas de concientización puestos en marcha desde los primeros años de educación escolar y a través de los dispositivos que son los que más llaman la atención a los más pequeños -las tablets y teléfonos celulares-, podrá lograrse un cambio.

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Te detallamos una serie de aplicaciones sobre educación vial para niños.
A través del juego se busca que los niños aprendan más sobre seguridad vial hasta el punto en que impulsen a los adultos a cumplir las normas.

Hay aplicaciones que se pueden descargar en las que se ven los posibles riesgos que se hacen presentes en las calles así como también la manera en que uno puede cuidarse. Con una finalidad didáctica se fueron creando cuentos, juegos y hasta simuladores en los que solamente conociendo las normas viales se podrá avanzar.

De esta manera, algo que parece tan complejo de lograrse, como el respeto de las normas, puede ser tenido como natural si se incorpora a través del juego.

¿Qué propuestas de aplicaciones sobre educación vial hay online?

La aplicación que tendrá como protagonista a una experta en normas viales llamada Julia quien será la que guíe a un grupo de niños respetando las normas de tránsito. Esta propuesta está orientada para pequeños que tengan entre 6 y 8 años. Encontrarás la app buscando “Julia, Pato y El Espía”.

Super atractiva es la aplicación que se llama “De dos en dos”. Lo que se busca con este juego es que los niños participen del tráfico en forma más segura, mientras que conocen la importancia de la atención y de la percepción, que se tiene que tener al volante.

Para no tan chiquitos, y sobre todo para los que comienzan a sentirse atraídos por las bicis, resultará imperdible la aplicación “BA Pedalea Seguro”. Esta app además de brindar consejos sobre seguridad vial, busca que se tome conciencia de la necesidad de la convivencia armoniosa en el tránsito.

Completan la propuesta variados simuladores de conducción, algunos de ellos que respetan la conducción responsable.

¡Cuidado al volante ante todo!

Como contrapartida, se desaconseja el uso de aplicaciones donde la velocidad y avance de los vehículos sobre las calles se produce a cualquier precio puesto que esto no es de ninguna manera formativo para los más pequeños e incluso puede llegar a generar confusión sobre el comportamiento que verdaderamente se tiene que tener cuando se conduce.

Promover la conducción responsable desde los primeros años de formación y a través de los juegos puede ser el primer paso para un cambio efectivo en la seguridad vial del futuro más próximo.

¿Te sumás a esta campaña promoviendo la educación vial de los más pequeños de tu hogar?

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Los 3 errores más comunes que cometemos al manejar con niños

Conducir con niños es casi tan habitual como la vida misma, sobre todo para los grupos familiares o para los padres o madres que tienen que trasladarse siempre llevando a sus criaturas a cuestas. Sin embargo, todos los que se han visto inmersos en esta tarea que, al parecer es tan sencilla, sabrán que las dificultades afloran, algunas veces más y otras menos y que, de no encontrarse en alerta, pueden cometerse varios errores.

Veremos ahora algunos de los errores más comunes que se pueden cometer en el momento de manejar con niños y propondremos, como consecuencia, alguna solución o alternativa para hacer frente a estos inconvenientes.

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Atame despacio si estás apurado

La calma es uno de los factores que debe predominar siempre que se viaje con chicos aunque sea, justamente, la cualidad más difícil de conseguir cuando no existe concentración para lograrlo. Muchas veces la rutina y las corridas cotidianas hacen que uno quiera salir lo más rápido posible y entonces descuida todas las medidas que tienen que ver con la seguridad de los nenes. Dejar a los niños sin cinturón, por más corto que sea el recorrido generará un doble peligro: por un lado nunca se sabe cuándo se podrá recibir un impacto, pero, por otro lado, la flexibilidad en la adopción de esta medida de protección vial hará que el niño piense que no es tan importante y prontamente evadirá su uso regular.

Kit de Juguetes de viaje: ¡no digas sí a todo!

El aburrimiento suele ser un problema que se presenta a menudo en el los viajes en auto y que, en los recorridos más extensos, se ve intensificado. Frente a esta realidad una alternativa muy efectiva son los juguetes que operan como verdaderos captadores de atención. Sin embargo, no planificar o pensar con tiempo, cuáles son los que juguetes que sí van al auto y cuáles no, puede ocasionar un dolor de cabeza más grande que el aburrimiento que presenten los niños en sí.

“La calma es uno de los factores que debe predominar siempre que se viaje con chicos.”

Es importante destacar que siempre se tienen que evitar los juguetes que tengan objetos pequeños o que cuenten con muchas piezas. Además de que se perderán en la inmensidad del auto, rápidamente se caerán de la mano de los niños y manifestarán desesperación por volver a recuperarlas. No siempre será posible desde el alcance de sus manos y menos si se encuentran amarrados con el cinturón de seguridad. Esto traería como consecuencia que tengas que detener la marcha –que no siempre es posible- o que comiencen llantos incansables que pueden ocasionarte distracciones.

Como contrapartida, es una buena alternativa, tener un kit de juguetes que sean los que siempre se usen en el auto. Los podés ir variando, pero dedicarle un tiempo a la preparación de los mismos te dará, al menos, un poco más de confort a la hora de conducir.

Mirá al frente, cueste lo que cueste

Las distracciones cuando uno se encuentra conduciendo están, de manera constante, a flor de piel. Es el caso del celular, por ejemplo, que si no se silencia puede sonar pidiendo ser atendido. Pero frente al teléfono la decisión es simple: no se usa, se silencia, se apaga, y listo: la distracción queda anulada.

Sin embargo, en el caso de los niños que también operan como una distracción, las opciones no siempre son tan claras. Muchas veces la demanda es tal para que se mire, para que se atienda, para que se ayude, para que se responda que no siempre es el “no” el que se impone como absoluta respuesta. En estos casos el error más común es doblegarse ante la demanda pero se debe tener presente que esos minutos en que se mira hacia atrás son fatales ya que se deja el volante y la dirección del auto librados al azar.

Si los niños se encuentran en sus sillas correspondientes o con la sujeción que deben tener, si tienen cerca sus juguetes y se toma la precaución de que sean efectivos para usar en el auto, no tendrás que preocuparte aunque la demanda sea mucha por parte de ellos. En caso de que realmente sientas que una llamada o insistencia por parte de los pequeños es relevante no tenés más que detenerte y entonces habrás actuado de manera segura.

¿Te han ocurrido situaciones semejantes mientras manejabas con niños? ¿Qué has hecho o cómo lo has resuelto?

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Seguridad en el transporte de Niños

El Seguro Automotor de San Cristóbal y Arce & Arolfo le brinda respaldo en caso de sufrir un siniestro,​ pero –al igual que usted- deseamos evitarlo.

bebe_silla_coche Por su tamaño y peso, quienes están más expuestos a sufrir lesiones de consideración e incluso muerte, en caso de siniestro, son los niños.

» Medidas de seguridad básicas para el transporte de niños.

Cuando de niños se trata, la velocidad no es lo principal en la severidad de un accidente, ya que un choque a sólo 45 km/h sin un sistema de retención infantil puede ocasionar la muerte de un niño. Por eso los sistemas de sujeción son indicados en ruta y también en circulación urbana.
Todos los niños menores de 12 años tienen que llevar un sistema de retención o sujeción específico a su edad y peso.

Si transporta un bebé de hasta 1 año (aproximadamente 10 kg.) la opción más segura es una pequeña silla cubierta casi en su totalidad (llamada comúnmente “huevo”) que va asegurada con los cinturones de seguridad traseros. El bebé debe ubicarse mirando hacia atrás, en el sentido contrario a la marcha, para disminuir la posibilidad de lesiones cervicales.

Si circula con un niño de 10 a 18 kg de peso, puede llevarlo en una silla que se colocará en el asiento delantero o trasero, bien en el sentido de la marcha o al contrario, en este último caso se fija con el cinturón de seguridad de tres puntos. Si la cabeza del niño sobrepasa la parte superior del asiento, significa que el asiento es demasiado pequeño para él.

Los chicos entre 3 y 6 años aproximadamente pueden utilizar una silla con respaldo ubicada en el asiento trasero del vehículo, colocada de frente, que les permita usar el cinturón de seguridad. Hay que cuidar que el cinturón no quede sobre el abdomen, del niño sino sobre la cadera.

AUTO FAMILIA

En niños que pesan entre 25 y 35 kg, se recomiendan los “cojines elevadores” que se regulan en altura y se colocan de frente de modo que permitan usar el cinturón del vehículo sobre la clavícula y la cadera del niño. Si un niño tiene edad y tamaño suficiente (1,45 m, aproximadamente 10 años) para sentarse en el asiento delantero y utilizar sólo el cinturón de seguridad, revise que éste se ajuste correctamente al cuerpo y aleje el asiento tanto como sea posible del tablero.

Consideraciones para automóviles con sistema de airbag.

Las bolsas de aire (“airbags”) fueron diseñadas para proteger a personas adultas. Cuando están inflados, son muy potentes y están situados tan bajos que podrían asfixiar a un niño que estuviera situado por delante del mismo. Nunca debe colocarse un asiento para niños en el asiento del copiloto si el automóvil dispone de airbag de pasajero. Si transporta un niño con edad y peso suficiente para sentarse en el asiento delantero, desplace el asiento hacia atrás al máximo y -de ser posible- desconecte el airbag; aunque deba activarlo de nuevo cuando un adulto utilice el asiento.

Comprobaciones antes de iniciar la marcha.

La silla del niño debe estar adecuadamente sujeta con el cinturón. Si el cinturón le queda demasiado holgado, debe ajustarse para que se adapte bien al cuerpo. Si el niño va muy suelto en la silla, se pueden colocar un par de toallas enrolladas a cada lado. Existe la posibilidad de comprar almohadones diseñados especialmente para este fin.

Nunca se debe dejar solo a un niño en su silla ya que podría hacerse daño, o al moverse, colocar la cabeza de forma accidental por debajo del cinturón de seguridad, con riesgo de asfixia.

Sólo los padres u otros adultos deben desabrochar y abrochar el cinturón de seguridad. No es aconsejable enseñar al niño cómo hacerlo, ya que éste podría soltarse por sí solo antes de tiempo.

No lleve objetos grandes ni pesados en el asiento trasero ni en la bandeja del automóvil, ya que podrían salir despedidos hacia adelante en una colisión y herir a los pasajeros.

Abroche bien los arneses de seguridad. No deben estar retorcidos, ni demasiado flojos. Tienen que estar debidamente ajustados para que, en caso de accidente, absorban el movimiento hacia delante en el momento de la colisión.

Controle mediante un espejo retrovisor o con ayuda de un acompañante, que los arneses permanezcan abrochados y bien colocados. Muchas veces los niños los corren de lugar o se los quitan.

NIÑOS Y CUATRICICLOS – CRONICA DE MUERTES ANUNCIADAS

Todos los años, absolutamente todos, escuchamos el mismo relato, formulamos las mismas preguntas, damos idénticas respuestas, planteamos el mismo dolor y nos excusamos de la misma manera…mientras (y durante todo el año, no sólo cuando más se difunde en verano) niños y adolescentes mueren, matan y lastiman utilizando cuatriciclos como “juguetes”.

imagen ilustrativa

¿RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES?. Claro que si. ¿Quién lo duda?
Sin embargo esa respuesta NO resuelve nada.
Personalmente pienso que es una minoría muy reducida la de padres irresponsables. Y es la misma minoría que puede dejar armas de fuego al alcance de sus niños, la misma que los “abandona” a su suerte en la vía pública, la que los impulsa o se despreocupa que delincan, la que le “importa un rábano” que consumen o beben, etc., etc.

La enorme MAYORIA de los padres NO ES ASI.

El problema asciende otro escalón (y hay que hacerse cargo): ¿Qué hacemos como sociedad frente a ello?, ¿los distraídos?, ¿los escandalizados frente al suceso concreto, con el “dedito” admonitorio señalando al padre irresponsable?.

Para los más “egoístas”: piense como se sentiría frente a la lesión o muerte de un hijo arrollado por un niño de 8 años conduciendo un cuatriciclo. Si, ya sé, algunos miraran al cielo y dirán: “Dios, ¿porqué…”, o “fue el destino trágico”. Disculpenme, pero no pienso (no puedo) asi.

Somos responsables porque lo TOLERAMOS como sociedad.

No accionamos, no presionamos, no denunciamos (o alguien va a decir que NO LOS VE).

Pero para ser medianamente justos, si hay quien lo hace y numerosas instituciones lo han hecho.

Y ahí subimos con el problema a otro escalón: el de la sociedad organizada, es decir el ESTADO (nacional, provincial, municipal). ¿Qué hace? Controles y multas y muestran estadísticas de ello.

«Nosotros hacemos operativos, demoramos y secuestramos este tipo de vehículos, mayoritariamente porque observamos que son conducidos por menores de edad», detalló la funcionaria municipal (no hace falta decir quien, porque las declaraciones son siempre más o menos lo mismo. Cambia la voz, pero el relato es igual).

“En ese marco, en enero se impidió el ingreso de 814 menores de 16 años que conducían ese tipo de vehículos, que en muchos casos son facilitados por sus familiares más directos, añadió la Agencia Nacional de Seguridad Vial. En el caso del chico de 9 años fallecido, según la agencia, «el cuatriciclo fue facilitado en un sitio alejado de la Zona de Patrullaje y Prevención fijada por este organismo».

Palabras más, palabras menos “la culpa es de los padres” (y asi nos derrumbamos por la “escalera” y desembocamos en como empezamos).

El problema NO es este lugar (la zona denominada «La Frontera»), es todo el territorio argentino. No se accidentan sólo en la playa y en verano. En localidades de nuestro país van a la escuela en cuatriciclos.

Necesitamos una política pública en serio y específica en la materia que minimice el problema, para que este tipo de siniestro sea la excepción y no la regla.

Eso, por supuesto, si nos decidimos a NO TOLERARLO.

fuente:

Consejo Directivo ISEV

Dr. Eduardo Bertotti
Director

Los niños no son «adultos pequeños»

En el año 2013 fallecieron como consecuencia de siniestros viales 547 niños de 0 a 15 años, principalmente como peatones y pasajeros, pero también como conductores de bicicletas y ciclomotores (sin licencia, lógicamente). Muchos más resultaron afectados con lesiones severas. ( Mortalidad niños ) En relación al año 2010 esto representa una reducción en esta franja etarea del CUARENTA Y CINCO POR CIENTO (45%).

En relación al año 2010 esto representa una reducción en esta franja etarea del CUARENTA Y CINCO POR CIENTO (45%).

Bienvenido sea, pero mucho es aún el trabajo que debemos desarrollar para evitar las consecuencias de esta “enfermedad social” que nos afecta y, particularmente, en este sector tan delicado.

Para ello son fundamentales dos HERRAMIENTAS:

1. La Educación Vial como formación en valores de nuestros niños y jóvenes.

2. El CONOCIMIENTO por parte de los adultos de las “limitaciones naturales” del niño. El niño NO ES UN ADULTO PEQUEÑO.

De esto sólo los ADULTOS somos ÚNICOS responsables.

Pero, ¿cuánto conocemos de nuestros niños?

El niño no puede ser “adaptado” al tránsito. Por ello, el tránsito debe adaptarse al niño.

Muchos conductores, suelen tener por costumbre “tocarles bocina” o “hacerles luces”, a niños que se encuentran en la vía pública, creyendo que con ello su paso se encuentra asegurado.

GRAVE ERROR!!!

A continuación exponemos algunas limitaciones psicofísicas de los menores en el tránsito, para que quienes son conductores, adopten actitudes RESPONSABLES frente a los mismos:

Limitaciones físicas:
ALTURA
Su menor altura, le dificulta el tener un panorama amplio de lo que sucede. Compruébelo, arrodillándose.

VELOCIDAD
Si bien son ágiles fIsicamente, las limitaciones psíquicas, los llevan a cometer errores EN FORMA FRECUENTE.

COORDINACIÓN
Grandes dificultadas para articular lo que perciben, con sus movimientos. En casos de peligro, tienden a quedarse inmóviles o ir en sentido equivocado a la situación.

VISIÓN
Menor campo visual que un adulto, lo que los lleva a tener que girar la cabeza para tener un panorama completo del tránsito.

AUDICIÓN
En los chicos hasta los 7 años, se les dificulta conocer con exactitud, de que dirección proviene el ruido de un vehículo acercándose.

Limitaciones Psíquicas:

LATERALIDAD
Dificultades en distinguir la izquierda de la derecha

CÁLCULO
Dificultades para evaluar correctamente distancias y velocidades de acercamiento de vehículos.

IMPULSIVIDAD
Tendencia a bloquear el peligro, centrándose en aquello que los atrae (ej. El niño detrás de la pelota).

REACCIÓN
Su tiempo de reacción ante una situación de peligro, es casi el doble al que requiere un adulto en igual circunstancia.

PENSAMIENTO
En los niños menores, su pensamiento es más abstracto y global, siéndole muy dificultoso tener un pensamiento concreto en relación a un tiempo y lugar determinado.
Tienden además a tener lo que se denomina un pensamiento “mágico”.

fuente: isev